lunes, enero 02, 2006

Feliz navidad y Próspero año 2006

En éstas fechas no puede faltar la persona que te desea que pases una feliz navidad en compañía de todos tus seres queridos y un próspero año nuevo... Y ¿Para qué romper la tradición? aunque voy a tenerle que arreglar poquito porque ya se me pasaron los días...

A todos mis lectores les deseo que la navidad les haya llenado el espíritu de felicidad y entusiasmo y que Jesús nazca en sus corazones para que puedan sacar y aprovechar lo mejor de ustedes mismos, ya si no quieren tener a Jesús en el corazón, pues que ande por ahí cercquita para cuidarlos y ayudarlos a que comienzen éste nuevo año 2006 con el pie derecho y lo cierren con broche de oro.

Atte
Fernando Alvarado Picazo
T.c.c. Picazo o Penano

PD. Una sugerencia, éste comienzo de año deberíamos de ponerlo como punto de inicio para cambiar cosas en nuestra vida, claro que para bien. Aprovechar cada día al máximo y disfrutar cada detalle que nos topamos, valorar las cosas cotidianas y como ya ha dicho el Padre Fernando:
"Vive cada día...
...como si fuera tu primer día": Con frescura, con entusiasmo, buscando siempre hacer o descubrir algo nuevo y diferente, sin caer en la monotonía, darle un sentido especial a cada día.
...como si fuera tu único día": Viviendo cada momento al máximo, sin dejar las cosas para después, aprovechando todas las oportunidades.
...como si fuera tu último día": Con responsabilidad, tratar de dejar memorias dignas de recordar, que después de la muerte los buenos recuerdos nos mantengan vivos en los corazones de quienes nos conocieron, que nuestra vida sirva de ejemplo para otros, sin dejar que los rencores se alarguen y siempre concientes de que al final entregaremos cuentas al Señor.

Bueno, creo que mi post se alargó un poquito... Ya para terminar voy a poner otra frase:
Hay que arrepentirse de el mal que hicimos, pero hay que arrepentirnos más del bien que nunca hicimos.
Piensen en cómo vivieron el año que pasó, las cosas que hicieron, cuáles volverían a hacer y cuáles quisieran no haber hecho nunca; pero más importante, las cosas que deberían de haber hecho pero no hicieron...
Como dicen, el hubiera no existe, y luego nos andamos torturando por culpa de sentimientos tan simples como la flojera, la pena, el orgullo o pensamientos estúpidos como el "¿Qué dirán?". Vale muchísimo más tragarse un ratito la flojera que tener que cargar por siempre el hubiera...

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